A pesar de que los mayores
problemas que enfrenta el mundo son de naturaleza global, la mejor manera de
asegurar un futuro equitativo y el desarrollo sostenible es a través de una
política de relocalización y de reorientación de la comunidad.
Relocalización significa la
integración de la participación local en la gobernanza y la formulación de
políticas y asegurar que las comunidades tengan voz en un mundo turbulento y
muchas veces caótico. Después de todo, las personas locales conocen su
ubicación geográfica y así están más interesados en fomentar el desarrollo, que
es consciente de sus intereses. Sin embargo, en un mundo cada vez más global,
es también importante mantener una perspectiva global sobre la participación de
la comunidad. Todo esfuerzo debe hacerse para conseguir que los habitantes
locales piensen tanto en la comunidad en que viven, como en el mundo que les
rodea. Se les debe animar a pensar en cómo contribuir a la economía mundial y
cómo sus acciones marcan la diferencia. Una breve mirada a cómo las localidades
operan ahora nos puede dar esperanzas para el futuro. A pesar de que la
cooperación internacional parece difícil de alcanzar y los gobiernos no han sido
capaces de integrar plenamente la sostenibilidad en sus políticas, las ciudades
han pasado a primer plano con algunas ideas verdaderamente progresista. En cada
ciudad en particular, como Vancouver, Portland, Toronto y Copenhague, se han
fijado metas ambiciosas para lograr la sostenibilidad en las próximas décadas.
En particular, la de Copenhague ha demostrado un gran compromiso en la lucha
contra el cambio climático, y se ha fijado el objetivo de lograr la neutralidad
del carbono total en el año 2025. Es decir, Copenhague pone en práctica
políticas de invertir en infraestructura para asegurar que no va a aumentar la
adición de carbono a la atmósfera en el año 2025. También ha iniciado proyectos
de los Niños del Bosque Climático, que reúne a los niños en edad escolar para
plantar árboles cada año - hasta el momento 8,111 árboles han sido plantados.
Ciudades como Copenhague, puede servir de inspiración para hacer frente a los
desafíos que enfrentamos, y revela cómo cada localidad, de hecho, puede lograr
cambios duraderos para el mundo futuro. Parte de este esfuerzo debe incluir la
relocalización de algunos de los principios que hemos hablado anteriormente en
esta Unidad. Uno de los principios más importantes es garantizar que el medio
ambiente debe ser tenido en cuenta adecuadamente conforme los seres humanos
continúan desarrollándose. Esto significa fomentar las actividades que ayudan
al medio ambiente (como la mejora de la eficiencia energética) y penalizando
las actividades que perjudican el medio ambiente (como los residuos o la
contaminación que emiten).
Sin embargo, las empresas
pueden tener un sentido económico al reducir los residuos. Este es el caso
donde los autores Paul Hawken, Amory Lovins, Hunter Lovins presentan su
concepto de “Natural Capitalism”. Capitalismo natural significa valorar
debidamente los servicios de los ecosistemas o el capital natural del medio
ambiente e imitar el ciclo natural. Por ejemplo, cuando un árbol cae en el
bosque, no es inútil. En su lugar, se descompone y aporta nutrientes para el
suelo para llegar a ser útil para otras plantas. Hawken, Lovins y Lovins
argumentan que las empresas pueden ahorrar dinero mediante la reducción de
residuos y el reciclaje de los productos sobrantes en otra cosa que sean
útiles. Por ejemplo, las empresas que mejoran su eficiencia energética ahorran
dinero en sus facturas de energía. Aunque el capitalismo natural es a menudo
presentado en el mundo de los negocios como un ideal para el desarrollo
sostenible, las ideas centrales de la integración del medio ambiente en la
actividad humana se pueden implementar en cualquier lugar. El mundo se enfrenta
actualmente a graves problemas ambientales y sociales que parecen ser
sistemáticamente arraigados en el desarrollo humano. A fin de lograr un futuro
más sostenible, las actividades humanas deben dar cuenta adecuadamente del
medio ambiente y luchar por una distribución más equitativa de la riqueza en
todo el mundo. Parte de la manera de lograr esto es a través de un esfuerzo de
la relocalización e integrar más la participación de la comunidad. No sólo son
las comunidades deben estar bien equipadas para lidiar con los problemas que
les afectan más, ellas deben estar bien preparados para hacer un impacto en el
mundo en su lucha por lograr el desarrollo sostenible.
FUENTE:
Unidad 3 Escenario
Socio Cultural (nd), consultado el 25 de septiembre de 2015 en http://www.academica.mx/sites/default/files/adjuntos/35272/unidad_3_escenario_socio_cultural.pdf
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